Terapia Psicológica
La Psicología y, en concreto, la psicoterapia es la tarea que más se asocia al trabajo que cotidianamente realizamos los psicólogos. Consiste en realizar tareas de evaluación, diagnóstico y tratamiento de los comportamientos o actitudes que nos generan malestar emocional o sufrimiento. Por eso, una gran parte de las personas que se acercan a mi clínica lo hacen esperando un tratamiento psicológico o psicoterapia que les ayude a solucionar o enfocar sus problemas para estabilizar sus estados de ánimo, aliviar el estrés, autocontrolar emociones difíciles, mejorar sus relaciones personales o familiares, trabajar su autoestima, etc.
El contacto personal comienza con una extensa entrevista inicial en la que se realiza la evaluación del problema y se empiezan a dar los primeros pasos para orientarse hacia la solución. Ese primer encuentro es de gran importancia para crear el vínculo de confianza y el compromiso de la persona que acude a mí para involucrarse en su propio proceso de forma activa. Una parte fundamental del proceso de terapia es el aprendizaje de técnicas o recursos para afrontar de formas nuevas los problemas personales o familiares. Muchos de esos nuevos recursos pueden consistir en ensayar nuevos comportamientos para luego aplicarlos a la vida cotidiana, aprender técnicas de autocontrol como relajación muscular, respiración profunda, visualizaciones o meditaciones guiadas, recursos para mejorar la autoestima, técnicas de comunicación eficaz para mejorar las relaciones personales, familiares y afectivas, información sobre la propia personalidad y cómo gestionarla, etc.
De ese modo, la relación que establezco con la persona que acude a consulta consiste en enseñarle a que ella misma se cure, se conozca y desarrolle su potencial guiándola en su proceso y mostrándole los recursos que necesita aprender para liberarse de su malestar.
Los motivos de consulta más habituales en los que desarrollo mi actividad como especialista en psicoterapia son:
- Estados depresivos, desmotivación, crisis de angustia.
- Estados relacionados con la ansiedad: ataques de pánico, agorafobia, fobias simples, ansiedad generalizada, obsesiones y compulsiones (TOC).
- Relaciones personales: Terapia de pareja, aprendizaje para padres, habilidades sociales.
- Problemas psicosomáticos.
- Hábitos de estudio.
- Trastornos alimentarios.
- Problemas emocionales: autocrítica, autoexigencia, perfeccionismo, baja autoestima, descontrol de la ira, inseguridad.
El ámbito de aplicación es tanto con niños o adolescentes como con adultos, y el formato puede ser individual, familiar, en pareja o en grupos de aprendizaje.
Inmaculada Vallina González