LA ATENCIÓN PLENA (MINDFULNESS): EL CORAZÓN DE LAS ENSEÑANZAS DE BUDA

La ATENCIÓN CORRECTA (ATENCIÓN PLENA O MINDFULNESS) es la parte más divulgada en Occidente del Noble Óctuple Sendero, de tal forma que a veces parecería inferirse que todo se reduciría a un esfuerzo por entrenar la concentración y la atención mientras estamos sentados meditando y tratar de estar igualmente atentos y presentes en nuestras actividades cotidianas, utilizando la respiración de manera intencional como un vehículo seguro para regresar al momento presente .
Y así se define en los cursos de 8 semanas de Reducción del estrés basados en la Atención Plena:
«La Atención Plena consiste en prestar atención al momento presente de manera intencional y sin juzgar»
Y por supuesto que esto es exacto.
Sin embargo, cuando profundizamos en las enseñanzas budistas la Atención Correcta – a partir de ahora Atención Plena- se encuentra en el Corazón de las enseñanzas de Buda. Tradicionalmente es la séptima de las 8 prácticas del Óctuple Sendero, pero su importancia es tal, que bien podría estar encabezando este camino de liberación del sufrimiento.
Cuando estamos plenamente atentos, nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones, actitudes y nuestro corazón están en armonía.
La atención en realidad está presente en nosotros de manera continuada. Sin embargo la atención puede ser «adecuada o apropiada» cuando permanecemos en el momento presente o «inapropiada o inadecuada» cuando estamos atentos a algo que nos impide vivir el aquí y ahora.
La palabra en pali que corresponde a este concepto es SATI, que significa recordar. Así, la atención consiste en recordar estar presente. Si estoy enojado estoy enojado con alguien o con algo, y ese alguien o ese algo sería el objeto de mi mente. Si escuchamos sonidos agradables, esos sonidos serían el objeto de nuestra mente. El objeto de nuestra mente puede ser una montaña, la luna o una persona que está frente a nosotros. Creemos que estás cosas existen fuera de nosotros como entidades separadas, pero esos objetos de nuestra percepción son partes nuestras. Los sentimientos también lo son. Cuando odiamos algo o a alguien nos odiamos también a nosotros mismos.
EL OBJETO DE NUESTRA ATENCIÓN ES EL COSMOS ENTERO.
La Practica de la Atención Plena radica en ser conscientes del cuerpo, de las sensaciones, las emociones, de cualquier formación mental y de todas las semillas que tenemos en nuestra conciencia.
Practicando la Atención Plena, si estamos de pie sólo debemos saber que estamos de pie, si estamos enfadados, nos damos cuenta de ese estado y de cuál es el objeto de ese estado. No tenemos que añadir u obtener nada. Solo es necesario estar atento. Todo cuanto hay en el cosmos es objeto de nuestra percepción y por lo tanto no existe solo fuera de nosotros sino también en nuestro interior.
Sentarse y observar la respiración es una práctica maravillosa pero no es suficientemente. Para que la transformación tenga lugar debemos extender ese «ser conscientes» a lo largo del día y no solamente cuando estamos sentados sobre el cojín de meditación.
Del mismo modo que la vegetación es sensible a la luz del sol, las formaciones mentales son sensibles al estado de «ser conscientes ». La Atención es la energía que abraza y transforma todas las formaciones mentales. Nos ayuda a desprendernos de nuestras percepciones subjetivas y nos despierta a aquello que está sucediendo.
No te pierdas en el pasado.
No te pierdas en el futuro.
No te quedes atrapado en la ira, las preocupaciones o el temor.
Regresa al momento presente.
Siente la vida profundamente.
Ser consciente consiste en esto.
Inmaculada Vallina
» El corazón de las enseñanzas de Buda» – Tich Naht Hanh
» Vivir con plenitud las crisis» – Jon Kabat Zinn